Además, el acabado superficial de un pavimento de grava lavada está en línea con las expectativas que un pavimento “de bajo impacto ambiental” de este tipo promete ya desde el momento de su elección en cuanto a diseño y arquitectura; esto es, la creación de un patio, una plaza, parques de juegos, zonas con limitaciones arquitectónicas, rehabilitación de calles, carriles bici, construcción residencial, etc., que recuerde lo más posible, tanto a la vista como al pisar, un empedrado natural.

La posibilidad de elaborar el hormigón de base tanto con cemento gris como con cemento blanco, mezclándolo con agregados redondos o de tipo piedra natural de múltiples formas y colores naturales y aditivados o no con óxidos de hierro de colores, ofrece la oportunidad a los arquitectos y urbanistas, así como a los particulares, de incluir en el diseño una infinidad de realizaciones, distintas entre sí en cuanto a la forma y el aspecto cromático final.